martes, 5 de marzo de 2024

Se puede simular una situación específica con los arcanos de tarot.

Se puede simular una situación específica con los arcanos de tarot.

 En el evento de requerir correcciones, simular una situación específica en la vida, enfrentar desafíos, o buscar discernimiento, las cartas del tarot emergen como instrumentos que ofrecen asistencia en tales empresas.


¿CUÁL ES EL PROCEDIMIENTO INDICADO? La ejecución de este proceso es notoriamente sencilla. Para aquellos en posesión de cartas del tarot, capturar una imagen de la carta pertinente en el momento presente y establecerla como fondo de pantalla en dispositivos como teléfonos móviles, computadoras de escritorio o tabletas representa el primer paso. En ausencia de cartas físicas, se sugiere buscar en línea la imagen deseada, descargarla y aplicarla de manera análoga. Posteriormente, la observación cuidadosa del arcano, acompañada de reflexiones sobre la situación en cuestión, precede a la invocación de la ayuda de la carta. Se insta a concebir la transformación deseada en la situación. Es crucial resaltar que esto no implica una contemplación constante de la carta; tras la observación y el diálogo mental, se procede a liberarla. La carta, en este proceso, asume el papel de agente activo en la consecución de la transformación buscada. La retención de la carta como fondo de pantalla es una condición sine qua non, ya que su eficacia persistirá. La eliminación está sujeta a la percepción personal de mejoras y logros tangibles. Este discernimiento, exento de imposiciones externas, requerirá el tiempo necesario para su auténtico reconocimiento, ya sea una semana, dos, o incluso un mes. La observación reflexiva del desenvolvimiento de la situación resulta esencial.

La filosofía subyacente a este proceso radica en la experiencia individual y la conexión intrínseca con la evolución de la situación. La aparente simplicidad del procedimiento no oculta su profundidad, pues implica una interacción consciente con los arcanos, reconociendo su capacidad de influir en la realidad circundante.

El Loco: Para aquellos en la senda de una metamorfosis existencial completa, un reinicio desde una hoja en blanco, desechando todo lo previo para abrazar un nuevo camino, esta carta se presenta como una aliada.

El Mago: Reservada para aquellos que anhelan cultivar habilidades mágicas internas y desean liderar en diversas circunstancias, controlando tanto a personas como situaciones. (Es imperante destacar que el Mago también encarna al manipulador; sin embargo, es portador de influencias positivas).

La Papisa: Conviene manejarse con cuidado al enfrentarse a esta carta. Aunque no ostenta maldad, podría conducir hacia la soledad. La Sacerdotisa simboliza el florecimiento de habilidades mágicas, intuición, sabiduría y la búsqueda de conocimientos profundos. Desentraña secretos ocultos, destinándose más a los magos experimentados. Su aplicación debe ser reflexiva, evitando actuar impulsivamente.

La Emperatriz: Una carta propicia que demanda un diálogo continuo con ella. Solicítele consejo, formulándole preguntas como: "¿Cómo abordarías esta situación?" Las respuestas podrían manifestarse instantáneamente o incluso en sueños. La Emperatriz, con sus responsabilidades y el imperio bajo su dominio, no puede considerarse plenamente feliz. Por lo tanto, se aconseja cautela. Si la aspiración es forjar una familia, ser la única mujer para el compañero, dar la bienvenida a un hijo y alcanzar estabilidad financiera, la vida adquirirá estabilidad con el tiempo. No obstante, la responsabilidad total debe ser asumida. Si se busca una familia, la preparación para sacrificar otras facetas, como la creatividad o la reubicación por amor, se torna imperativa. Para aquellos persiguiendo una estabilidad financiera sólida, se recomienda centrar la atención en la comunicación constante con las personas y liderarlas. La organización y asunción de responsabilidades son esenciales. Aunque es una carta auspiciosa, su complejidad no puede subestimarse.

El Emperador: Se presenta como una carta masculina, excepcional para hombres. Confiere dominio, erigiéndose como un señor ante las mujeres. La última palabra reposará invariablemente en el individuo, otorgándole fuerza, sabiduría, valentía y firmeza en sus acciones y decisiones. Se caracteriza por su dureza. En el caso de las mujeres, resultará pertinente solo si desean que un hombre tome todas las decisiones y ejerza dominio sobre ellas, o si buscan un esposo con estatus y autoridad.

El Papa: En el evento de anhelar un matrimonio oficial con la persona amada y percibir demora en su consumación, esta carta proveerá el impulso necesario. También resulta idónea para la purificación espiritual en casos de sentir que el alma está contaminada. En situaciones donde se experimenta presencia mágica negativa, la carta facilitará la erradicación de tal negatividad. Además, el Sumo Sacerdote encarna el cenit del amor y la espiritualidad.

Los Enamorados: Esta carta simboliza un amor apasionado, aunque se debe tener en cuenta que también conlleva elecciones y triángulos amorosos. Su aplicación demanda cautela.

La Rueda de la Fortuna: Para aquellos que desean una existencia en constante movimiento, traslados recurrentes, viajes incesantes y la posibilidad de liderar su propia vida, esta carta se presenta como la elección adecuada.

La Fuerza: Una carta impactante que irradia una atracción y pasión poderosas. Si se aspira a relaciones íntimas con el esposo, amante o alguien aún no experimentado, esta carta resulta instrumental. Además, facilitará que estas relaciones se ajusten exactamente a los deseos del individuo, ya que, en la carta, es la mujer quien doma al león y le cierra la boca.

El Ermitaño: No ha de temerse esta carta, especialmente si se busca la revelación de verdades, especialmente aquellas concernientes al individuo mismo y su búsqueda interior. Su utilidad se manifiesta al intentar comprender situaciones académicas complejas o al enfrentarse a obstáculos para desentrañar la verdad en el ámbito laboral. La colaboración con esta carta resulta esencial.

La Justicia: La Justicia, con su carácter solemne, se erige como una carta de profunda significación. Ejemplifica la búsqueda de equidad, especialmente en situaciones judiciales donde se anhela una resolución justa. Su utilidad se extiende a la resolución de cuestiones legales. Es imperativo mantener un diálogo con esta carta, recordando su naturaleza karmicas y las posibles consecuencias adversas que podría acarrear. La Justicia, por ende, exige una reflexión cuidadosa y una aplicación consciente, ya que, por ejemplo, buscar resolver asuntos de manera injusta podría conllevar un castigo.

El Colgado: Esta carta, de naturaleza introspectiva, no se aconseja de manera indiscriminada. Su uso está reservado para aquellos momentos en los que se busca iluminación y soluciones puntuales a problemas específicos, pero solo por un breve período y con extrema precaución.

La Muerte: Desmitificando el temor asociado, la carta de La Muerte simboliza la transformación. Si se busca poner fin a una situación prolongada, esta carta ofrece el cierre necesario. Es la culminación de un ciclo y la apertura a nuevos comienzos.
La Templanza: Representando la armonía, esta carta se presenta como un faro para aquellos que se sienten fatigados, irritables o desequilibrados en cualquier aspecto de sus vidas. La Templanza ofrece la promesa de recuperar la armonía, la paz y el equilibrio perdidos.

El Diablo: Esta carta, que cumple cualquier deseo, viene acompañada de una advertencia crucial. Si bien puede conceder deseos relacionados con dinero, fama y riqueza, el precio a pagar es significativo. El Diablo demandará su tributo, por lo que su uso no se recomienda de manera indiscriminada. La vida, según esta carta, tiene su costo inherente.

La Torre: Similar a la carta de La Muerte en su función de poner fin a situaciones, La Torre lo hace de manera abrupta y contundente. Su mensaje es claro: la transformación se lleva a cabo de manera brusca. La cautela al utilizar esta carta es imperativa, recordando su naturaleza drástica.

La Estrella: En el contexto del tarot, esta carta se revela como altamente propicia para individuos con presencia en los medios y en ámbitos creativos. Resulta especialmente adecuada para aquellos que aspiran a la fama, buscan destacar en diversas esferas y consideran mudarse a ubicaciones distintas.

La Luna: La carta de La Luna, en el contexto del tarot, se despliega como un elemento de matices profundos. Su capacidad para arrojar luz sobre aspectos ocultos y secretos la hace una herramienta valiosa, aunque se aconseja cautela en su interpretación. Además, resulta beneficiosa en consultas relacionadas con el embarazo, el desarrollo de la intuición y la ampliación de habilidades esotéricas, facilitando la clarificación de situaciones complejas y enmarañadas.

El Sol: Simbolizando la popularidad y la fama, esta carta se erige como una herramienta relevante para aquellos que buscan eclipsar a otros, resplandecer con notoriedad, incluso si no ostentan rasgos notables de belleza o riqueza. Es particularmente idónea para quienes aspiran a destacar y resulta ventajosa en el contexto del nacimiento de niños.

El Juicio: Si la intención es revivir relaciones, especialmente aquellas de naturaleza familiar, y se enfrenta a una situación estancada en sus relaciones, como encontrarse sola con un hijo y su esposo en paradero desconocido, esta carta, imbuida de matices karmicos, sugiere la posibilidad de que las circunstancias regresen a su estado anterior. Se insta a una evaluación cuidadosa de la situación, dado que esta carta demanda precaución.

El Mundo: La carta El Mundo se muestra propicia para asuntos relacionados con la gestación y el nacimiento. Sí se anhela el encuentro con personas de otras nacionalidades y la mudanza a diferentes lugares. Es particularmente adecuada si se mantiene una comunicación virtual y se aspira a concretar un encuentro presencial. Asimismo, resulta beneficiosa para procesos de mudanza, especialmente aquellos con destinos lejanos y, especialmente, en el ámbito internacional.