Explicación de los Retrasos en Ciertos Eventos del Tarot
Los retrasos en ciertos eventos del tarot se originan a partir de diversas influencias representadas por las cartas. Estos retrasos pueden deberse a factores internos, como la indecisión y la falta de claridad, ejemplificadas por el Dos de Espadas, o a la necesidad de reflexión y recuperación, como indica el Cuatro de Espadas. Las cartas invertidas, tales como el Ocho de Bastos y el As de Bastos, simbolizan obstáculos y contratiempos que impiden el progreso. Asimismo, influencias externas, como las interferencias de otras personas, representadas por El Carro Invertido, también pueden causar demoras. Estas pausas, aunque frustrantes, a menudo permiten una reevaluación y preparación más profunda, resultando en beneficios a largo plazo.
El Colgado: El Colgado se presenta en una postura de espera y reflexión. Este arquetipo no percibe la espera como una molestia, sino como una oportunidad para meditar sobre la situación: Esta carta destaca que los retrasos, incluso aquellos fuera de nuestro control, pueden resultar beneficiosos, permitiéndonos adoptar nuevas perspectivas antes de proceder.
Ocho de Bastos Invertido: Al avanzar, puede surgir la percepción de haber tomado un rumbo incorrecto, donde el progreso aparente se transforma en retroceso.
El Ocho de Bastos Invertido: Esta carta señala la presencia de retrasos, lo que puede resultar altamente frustrante debido a la sensación de desmoronamiento de los planes.
Cuatro de Espadas: Representa la necesidad de esperar y recuperar energías antes de continuar. En lugar de avanzar rápidamente, es imperativo tomarse un "descanso" y recuperar la calma. Esta demora puede ser beneficiosa, ofreciendo la oportunidad de descansar y prepararse para los desafíos futuros.
Cuatro de Copas: Esta carta suele indicar retrasos autoinfligidos. Es posible que la falta de inspiración o la incapacidad para actuar rápidamente te lleve a tomar un descanso y reflexionar sobre tus verdaderos deseos.
As de Bastos Invertido: Una oportunidad que inicialmente parecía prometedora puede desmoronarse antes de comenzar, dejando los planes en suspenso.
El As de Bastos Invertido: Refleja un periodo en el que se lucha por alcanzar objetivos, pero se deben aceptar retrasos para lograrlo. Estos contratiempos pueden ser una bendición disfrazada, permitiendo reconsiderar lo que es realmente importante.
Dos de Espadas: Los retrasos se derivan de la indecisión y la falta de claridad en la elección de un camino. Ambas opciones parecen igualmente válidas, y la incapacidad de decidir provoca la paralización.
Ermitaño Invertido: Indica la necesidad de tomar una decisión consciente para llevar a cabo los planes; es esencial mirar hacia adentro para lograr una mayor comprensión. Puede que te hayas desviado momentáneamente y desconectado de tus verdaderos deseos. En lugar de avanzar, decides detenerte para reevaluar tus prioridades.
Siete de Oros: Esta carta es única ya que, aunque el progreso es lento, sigue adelante. Para algunos, esto representa un avance constante, pero para otros, es un proceso dolorosamente lento y frustrante. Es fundamental recordar que avanzar despacio puede llevar más lejos y garantizar resultados duraderos a largo plazo.
Tres de Bastos Invertido: La espera prolongada sin resultados puede ser frustrante: Es posible que necesites reconsiderar tus expectativas y desarrollar un nuevo plan para obtener los resultados deseados.
El Carro Invertido: A menudo señala un momento en el que se intenta avanzar con los planes, pero otras personas interfieren y desvían el curso. La dependencia del apoyo de otros, que no siempre es confiable, puede llevar a detenerse debido a estas interferencias.