jueves, 26 de diciembre de 2024

Vivir sin prisas y alejada de personas indecentes es un verdadero lujo. Hoy, en 2024, recupero las palabras que compartí en enero de 2020 y me reafirmo en lo mismo: rodearse de lo auténtico y lo valioso es lo mejor que me ha pasado desde ese entonces. Cada día sin la toxicidad ajena, cada instante de paz, es un regalo. Porque, al final, la verdadera riqueza está en lo que elegimos permitir a nuestro alrededor.