Lo que importa más es la calidad del servicio que proporciona un profesional en el mundo esotérico. Puede ser excelente en lo que hace, pero la designación de "mejor" es subjetiva. Es esencial ser cauteloso con las afirmaciones publicitarias que utilizan términos como "la mejor vidente", ya que no existen verdades absolutas en este campo y no se pueden comparar de manera objetiva las habilidades de los profesionales.
La verdadera calidad de un profesional esotérico se basa en su capacidad para respetar a los clientes, permitirles tomar sus propias decisiones, respetar su libre albedrío y ayudarles a encontrar soluciones de manera clara y precisa sin emitir juicios. Un auténtico profesional nunca impone su opinión personal a menos que se le solicite. Si un profesional reúne todas estas cualidades y además es experto en su campo, entonces se le puede considerar un experto tarotista.